Por Magdalena Merbilháa

La Reforma Educacional, no es mejor que las otras Reformas pasadas por este gobierno. Con tal de aprovechar el tener mayoría parlamentaria están dispuestos a presentar cualquier proyecto que “ cambie el modelo”. Este gobierno ya ha demostrado improvisaciones en la “Reforma Tributaria” la que solo ha traído efectos desastrosos al país. Se frenó el crecimiento y ya lo que recaudarán será menos que lo que van a perder por producción. hoy proponen una Reforma Educacional que parece ser “dialéctica”, cambia día a día y nadie netiende nada, ni los “ supuestos” expertos. Como no se sabe en qué terminarán, todos tienen frenadas sus acciones en materia educativa. Eso es lo que sucede con la “ incertidumbre”. Por otra parte no parecen estar haciéndolo mejor con la Reforma Laboral. La “Retroescabadora” y el “Realismo sin renuncia” han demostrado ser de una irresponsabilidad y un sin sentido superior. Pero se nos olvida que el “sentido común es el menos común de los sentidos”. Este Gobierno quiere la igualdad ante todo, odia las diferencias que son fruto natural del ejercicio de la libertad humana. Y sabiendo que el único modo de igualar es hacia abajo, no tienen problema de que se haga así. Si no hay calidad para todos, que no la haya para nadie. Odian lo privado y el ataque no busca la calidad, sino la igualdad. Es el otro modelo replanteado por Picketti que nace con Jean Jacques Russeau que inspira la Revolución Francesa.

El Ex presidente Piñera arremetió la semana pasada contra el gobierno y sus reformas y parece que se le olvidó, que fue en su gobierno y fue su entonces ministro de Educación, Joaquín Lavín, quien abrió la “Caja de Pandora” y cuestionó la Educación Superior, sistema que no estaba hasta entonces en el debate. Una vez abierta esa caja, entregaron el gobierno a quienes “el modelo“ completo les incomodaba. Les sirvieron en bandeja de plata.

Cuando el entonces Presidente Piñera anunció en mayo del 2011 que se necesitaba una Revolución en la Educación, no imaginó que ésta se iría a las calles. La idea era cambiar la forma de concebir la Educación misma como proceso. Lamentablemente tras un año de movilizaciones y tomas todo está centrado en la simple reforma y en la construcción de un aparato fiscalizador cada vez más rígido. De Educación propiamente tal se ha hablado poco, el debate comenzó con “calidad”, concepto que nadie definió y terminó en “gratuidad”. Se aprobó el fin de la “ selección y el “ copago” y se les prohibió a las familias elegir que querían para sus hijos. Es cierto que el tema Educación para Chile es un debe y es por eso que es fundamental abrir el debate, pero con una mirada más amplia.

Nadie se ha preguntado, ¿Qué es Educar?, ¿Para qué Educar? Y una vez definido eso, ¿Cómo Educar? Como decía G.K. Chesterton, no hay gente no educada, todos estamos educados ya que adquirimos ciertos conocimientos por medio de un método educativo externo. Lo que pasa es que hay gente mal educada. Se educa en forma alejada de la verdad y del bien. El 2012, se cumplieron los 200 años del nacimiento del gran autor Charles Dickens, observador de las realidades humanas y podemos ver desde sus ejemplos la idea de educación y contraeducación. El Señor Fagin (el jefe de los ladrones del libro Oliver Twist) era un gran educador, formador de ladrones en la escuela de la delincuencia callejera. El señor Strong (maestro de la escuela de Canterbury a la que asiste David Copperfield) enseñaba a sus pupilos con el alma y ligado a la idea de la verdad. Era un gran formador. Frente a este argumento se nos viene a la cabeza qué enseñar. Sólo se debe enseñar lo que es verdadero y para poder transmitir la verdad es necesario que quiénes educan conozcan y amen la verdad. No se les debe mentir a los niños. Debe enseñarse aquello que tenemos certeza que es verdadero y no simples tópicos de modas. Las modas pasan y hay que poner la atención en lo que queda, en la tradición. Somos seres puestos en un hoy porque existe un ayer que nos permite entender el hoy a cabalidad. Sólo así encontramos sentido a nuestras vidas, que es el fin de todo movimiento educativo. Para que exista una buena educación, es fundamental, que haya buenos profesores y profesoras. Es esencial por tanto flexibilizar el estatuto docente para remover a los educadores que no lo hacen bien. Aquellos que en definitiva no aman lo que hacen. No se puede premiar la mediocridad, menos en educación. Es fundamental además premiar a quienes lo hacen bien y a incentivarlos a hacerlo mejor. Es loable también la intención de reclutar a los “mejores”. La gran pregunta es ¿quiénes son los mejores?, ¿ Los que tienen los más altos puntajes en la PSU?. ¿Es la PSU la que determina las capacidades humanas?. La verdad es que en este punto es donde se ve que no estamos revolucionando nada sino perpetuando algo que ya está institucionalizado.

En Chile y en muchas partes del mundo se mira al ser humano en forma limitada, sobrevalorando una sola capacidad de su inteligencia, como si ésta fuese LA INTELIGENCIA. Esta capacidad es la lógica deductiva, es decir la capacidad para matemáticas y lenguaje, materias que se pueden medir (SIMCE y PSU). Pero la inteligencia no es lineal sino múltiple y es esto lo que explica que muchas personas con una PSU mediocre les vaya bien en la vida y a muchos con puntajes sorprendentes les vaya mal. Howard Gardner de la Universidad de Harvard habla de ocho tipos de inteligencias y acusa a los colegios de sobrevalorar una sola y desperdiciar las capacidades humanas con un excesivo academismo. Gardner dice que las inteligencias son: la linguística, la lógico-matemática, la espacial, la musical, la corporal kinética, la intrapersonal, interpersonal y la naturalista. Si se quiere un tener una persona completa deben fomentarse todas ellas.

Ken Robinson dice que los colegios matan la creatividad ya que se enfocan sólo en desarrollar la inteligencia lógico matemática y de ese modo hemos vivido la tiranía del lado izquierdo del cerebro, desperdiciando recursos humanos por doquier. Desde el siglo XIX hay una obsesión por medir la inteligencia en los llamados IQ test – test de coeficiente intelectual, los que realmente no miden lo que es la inteligencia sino sólo un área de ésta y no aseguran éxitos futuros. El sistema ordena entre aptos y no aptos e insiste en constantes mediciones según los niveles de enseñanza para certificar “la calidad”. Debido a esto, para preparar a los alumnos para las pruebas de medición los curriculums se centran en las habilidades “importantes”, (matemáticas y lenguaje), las que se miden dejando de lado otras capacidades, que muchas veces se atrofian y se pierden. Este es el caso de la imaginación, que puede educarse y potenciarse o bien atrofiarse e incluso morirse. Los curriculums escolares no incorporan la imaginación en forma activa, ya que están tan empeñados en desarrollar la lectura temprana, que se traduce en decodificación pura, sin comprensión de aquello que se decodifica. Resultado, los niños leen, pero no entienden lo que leen. La imaginación se pierde como mera sutileza asociada a fantasías irracionales y con ella se pierde la flexibilidad mental y la potencialidad creativa. La creatividad no es más que imaginación aplicada a algo que es valorado.

El mundo está esquizofrénico. Las empresas piden gente creativa, que resuelva problemas, que tenga manejo de crisis, habilidades que no se enseñan en el colegio. El currículum se enfoca en demasía en las matemáticas y el lenguaje y olvida o bien posterga otras habilidades que son esenciales para crear o potenciar estas llamadas “habilidades blandas”. Debido a la ausencia total de estas habilidades en los profesionales que emplean, las empresas gastan enormidades en “coaching” y otros mecanismos esperando poder generarlas. El problema es que aquello que se atrofió en la infancia rara vez se recupera. Esto es tan determinante que las empresas a la hora de contratar, teniendo varios candidatos para un trabajo, eligen aquellos que tienen otras habilidades diferentes a su disciplina profesional. Buscan mentes flexibles. ¿Qué hacemos entonces para educar personas que se ajusten en forma real al mercado laboral?

La respuesta está en dar otra mirada a la educación y preguntarse en forma real ¿Qué es la calidad de la educación? ¿Es realmente lograr 10 puntos más en el SIMCE? Entiendo que nuestra sociedad quiere medir todo. Pero hay cosas que no son medibles y es más, hay cosas que es nefasto intentar medir. Kieran Egan, uno de los teóricos más importantes del mundo en educación, dice que la diferencia entre un mal y un buen alumno es que el mal alumno olvida los contenidos una hora antes de la prueba y que el buen alumno lo olvida una hora después. El punto es que ambos olvidan lo que aprenden. Cuando no hay un aprendizaje significativo, no hay recordación y por tanto, el proceso no cumple su objetivo. Egan se ha preocupado de crear métodos para lograr que los niños recuerden lo que han visto en clases, es decir aprendan de verdad. El tiene una metodología llamada “Learning in Depth” que está siendo aplicada en Canadá así como en otros países del mundo con gran éxito. Egan afirma que es esencial afirmar los modos de entendimiento del ser humano en las diversas etapas de desarrollo. Dice que hay cinco formas de entendimiento que se van desarrollando junto con el niño. El niño nace con un kit de herramientas de entendimiento que el autor llama Entendimiento Somático, viene con el cuerpo y responde a ritmos y patrones. Eso explica por que las guaguas adoran que les canten y jueguen con ellas al “peek a boo”. Así se rompen los patrones y surge la risa. Una vez que el niño aprende a hablar se abre el segundo kit de herramientas de entendimiento, que Egan llama el Entendimiento Mítico que responde a fantasías. La oralidad es la que comienza a mostrarle el mundo en otras dimensiones y el niño comienza a procesar contenidos y a acuñar conceptos. Esta etapa es esencial para la comprensión futura. Cuando el niño comienza a leer se abre el tercer grupo de herramientas cognitivas que el autor llama Entendimiento Romántico. Egan hace énfasis en el hecho de no apurar los procesos ya que la nueva herramienta que se abre bloquea a la anterior y se pierde o atrofia. Egan advierte que éste es uno de los problemas serios que tiene en la actualidad la Educación. El excesivo academicismo confunde la inteligencia con las habilidades matemáticas y lectoras, lo que ha llevado a adelantar los procesos a tal punto, que ya no hay espacio para la oralidad. Muchos colegios se jactan de ser buenos, dando como ejemplo que sus niños salen de Kinder leyendo. Esto implica que tenemos tempranos decodificadores de letras, que leen, si, pero que no entienden lo que leen, ya que no aprendieron a procesar contenidos mentales en la etapa de la oralidad. Para Egan un niño no debiera intentar leer hasta los 7 años, edad que tal vez para muchos parezca tardía, porque a esa edad la oralidad ya se ha desarrollado adecuadamente y el niño posee conceptos e ideas de mundo que lo ayudarán a la comprensión, pero además, su cerebro está maduro para asumir el proceso de decodificación con soltura y rapidez. Aprende a leer rápido y entiende lo que lee. El Entendimiento Romántico que nace con la lectura permite al niño descubrir los límites de la realidad y comenzar a desarrollar el pensamiento racional deductivo. Luego aparece el Entendimiento Filosófico que se abre en la medida que el niño, ya adolescente, puede hacer generalizaciones y finalmente está el Entendimiento Irónico que implica el buen desarrollo de los anteriores y que muy poca gente llega a tener. El problema está en que si un entendimiento no ha tenido su adecuado desarrollo, al abrirse el siguiente se bloquea el anterior. Y este es el drama de la Educación. Generalmente la gente cree que en los libros hay conocimientos y en los libros sólo hay códigos que pueden ser leídos, pero sólo pueden ser entendidos si se tiene una forma de pensamiento preparada para poder comprender eso que se lee. Es decir es necesario formar en la oralidad, por eso la mejor manera de enseñar es siempre a través de historias y de cuentos. Un cuento, debido a que tiene una parte afectiva, rara vez se olvida y toda materia puede ser enseñada como un cuento. Esto fomenta la oralidad, la imaginación y la fantasía, prepara la mente para poder procesar contenidos y habilita a un futuro lector con comprensión real de aquello que se lee.

El Cambridge Primary Review, el informe independiente más importante hecho en el Reino Unido desde el informe Plowder de 1967, concluye que la educación inglesa es un desastre ya que es demasiado estrecha. Su Editor Jefe, Robin Alexander dice que el currículo es más restringido ya que se sobre enfoca en matemáticas e inglés dejando de lado otras asignaturas. Recomienda que los niños no debieran empezar el colegio hasta los 6 años y que antes se debe fomentar el aprendizaje a través del juego y la oralidad para desarrollar activamente la imaginación. Hace énfasis en el hecho que las constantes mediciones entorpecen los procesos educativos y que la homogenización de curriculums por parte del gobierno central es el mayor drama de la educación inglesa, ya que los contenidos no responden a las realidades diversas que existen en las regiones del Reino Unido, como entre Gales, Escocia e Inglaterra. Si esto es aplicable para las islas británicas, es aún más dramático si pensamos en Chile de Arica a Punta Arenas y de la Cordillera al secano a la costa.

No estamos haciendo una revolución y caminamos hacia una reforma de la que los países desarrollados hoy quieren salir. Siempre copiamos lo que los otros desechan. Hoy miramos a Finlandia, pero nuestros habitantes no son fineses y si bien somos parte de la cultura occidental y el pasado de Europa es nuestro pasado, Finlandia pareciera tener poco en común con nuestro modo de pensar.

James Heckman, economista americano, premio Nobel de Economía del año 2000 dice en un artículo del jueves 25 de noviembre de 2012, publicado en El Mercurio, que enfocarse en lenguaje y matemáticas y en los resultados de los test no ha sido una experiencia exitosa en Estados Unidos y que podría causar daño. Hace énfasis en esto diciendo “El propósito de la Educación es más amplio que aprender a multiplicar o aprender español. Otros aspectos abren la mente a nociones amplias que estimulan la curiosidad”.